Cuscurros con ciruelas 1990

    Un postre casero y reconfortante, propio de los años 90, en el que se combinan ciruelas claudias muy maduras con brioche a la mantequilla, mostachones secos y una salsa tibia de albaricoque al kirsch. 

    De textura cremosa y sabor afrutado, esta receta es perfecta para aprovechar fruta madura y servir caliente, recién horneado.

Fuente: Revista Teleindiscreta nº 293, 1990

    Los postres calientes y con frutas cocidas fueron muy populares durante las décadas de los 80 y 90 en España. El uso de ciruelas claudias muy maduras, licor de kirsch y confituras de albaricoque recuerda a las tartas de aprovechamiento tradicionales, pero con un toque sofisticado muy característico de la cocina de la época. La combinación de brioche con fruta al horno, rellena con mostachones triturados, crea una mezcla suave por dentro y crujiente por fuera, que se completa con una salsa caliente que realza su dulzor y aroma.

Este tipo de preparaciones, publicadas en revistas como TeleIndiscreta, eran comunes en hogares donde se valoraba el sabor casero y la posibilidad de preparar algo especial con ingredientes simples. El kirsch, licor de cereza, aporta un toque ligeramente alcohólico que se suaviza con el azúcar y la cocción.

    Ideal para servir como postre de otoño o invierno, este dulce resulta perfecto recién hecho, servido aún caliente con la salsa por encima. Se puede acompañar con una bola de helado o nata montada, aunque por sí solo ya es una delicia nostálgica y reconfortante.

Tiempo estimado: 1 hora y 55 minutos (incluye maceración)
Dificultad: Media

🍃 Ingredientes:

	Ingrediente	Cantidad
●	Brioche a la mantequilla	1 unidad
●	Ciruelas claudias muy maduras	1 kg
●	Azúcar	150 g
●	Kirsch	2 o 3 cucharadas
●	Mantequilla	80 g
●	Mostachones secos	12 unidades
●	Agua (para la salsa)	1 vasito
●	Confitura de albaricoque	4 cucharadas
●	Kirsch (para la salsa)	1 cucharada

🧾 Instrucciones paso a paso:

1. 1 Parte las ciruelas por la mitad, deshuésalas y ponlas a macerar con el kirsch y el azúcar durante 1 hora.
2. 2 Unta con mantequilla una fuente de horno y cubre el fondo con rebanadas de brioche.
3. 3 Coloca encima las ciruelas escurridas. Desmenuza los mostachones y rellena los huecos de los huesos de las ciruelas con ellos.
4. 4 Baña todo con el jugo de la maceración. Reparte el resto de la mantequilla por encima.
5. 5 Hornea a temperatura media durante 30 minutos. Mientras tanto, prepara la salsa de albaricoque hirviendo el agua con la confitura y el kirsch 5 minutos sin dejar de mover.
6. 6 Vierte la salsa caliente sobre las ciruelas y sirve el postre recién hecho.