
Nieve de Naranja 1951
Postre helado muy sencillo a base de zumo de naranja, ideal para estrenar el frigorífico doméstico. Se acompaña con frutas confitadas y guindas, muy popular en los primeros años 50.
Fuente: Revista Chicas nº 44, 1951
En el año 1951, muchas casas españolas empezaban a incorporar por primera vez un electrodoméstico que revolucionaría la cocina: el frigorífico. Hasta entonces, la conservación de alimentos se realizaba mediante métodos tradicionales como salazón, vinagre o el uso de hieleras con bloques de hielo. La llegada de la nevera supuso un cambio radical, permitiendo guardar alimentos frescos por más tiempo y abrir la puerta a nuevas preparaciones "frías" en el ámbito doméstico.
La revista Chicas, en su número 44 de ese mismo año, animaba a las lectoras a sacar partido de este moderno invento con recetas sencillas y refrescantes, como esta Nieve de Naranja. La receta no solo permitía aprovechar el zumo de fruta natural, sino que introducía técnicas básicas de gelificación con cola de pescado y montado de claras, fáciles de replicar en casa.
Este tipo de postres fríos era una auténtica novedad para muchas familias que hasta entonces apenas contaban con hielo en casa. Decorado con frutas confitadas y guindas, este postre representa a la perfección la transición entre la repostería tradicional y las nuevas posibilidades que trajo la tecnología a las cocinas españolas de mediados del siglo XX.
Tiempo estimado: 25 minutos + 1 hora de enfriado
Dificultad: Media
🍃 Ingredientes:
Ingrediente | Cantidad | |
---|---|---|
● | Cola de pescado (gelatina en láminas) | 1 hoja |
● | Agua caliente | 1/2 vaso |
● | Zumo de naranja | 1 vaso |
● | Clara de huevo | 1 (a punto de nieve) |
● | Frutas confitadas y guindas | Para decorar |
🧾 Instrucciones paso a paso:
- 1 Disuelve la cola de pescado (gelatina en láminas) en medio vaso de agua muy caliente, removiendo con una cuchara hasta que se haya fundido por completo. Es importante que no queden restos sin deshacer para asegurar una textura suave y uniforme en el postre.
- 2 Añade el zumo de naranja natural a la mezcla templada y remueve bien. Deja reposar unos minutos a temperatura ambiente hasta que comience a espesar ligeramente. Esto facilita que luego mantenga el aire incorporado de la clara.
- 3 Monta la clara a punto de nieve firme, hasta que forme picos suaves, y añádela a la mezcla anterior con movimientos envolventes. Usa una espátula o cuchara de madera y ve integrando con suavidad para no perder volumen. Este paso es clave para lograr una textura aireada y ligera.
- 4 Vierte la mezcla en un molde bajo o en cuencos individuales, y colócalos en la nevera durante al menos una hora. También puedes disponerlos sobre una fuente con hielo si necesitas acelerar el enfriado. La preparación debe quedar bien cuajada y fresca antes de servir.
- 5 Decora justo antes de llevar a la mesa con frutas confitadas troceadas y unas guindas en el centro. El contraste de color y sabor convierte este postre en un auténtico regalo visual y nostálgico.
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