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lunes, 28 de julio de 2025

Pan de Patatas 1831

Pan de Patatas

Pan de Patatas 1831

    Pan rústico y consistente, hecho a base de puré de patata y harina. Su textura tierna y húmeda lo hacía ideal para acompañar guisos y comidas cotidianas. Esta receta proviene de la tradición del pan económico del siglo XIX, aprovechando ingredientes básicos de la despensa.


Fuente: Miscelánea Gastronómica, 1831

Autor: Dr. Greedy / Traductor: Toribio de Fauces



        El pan de patatas fue una solución práctica y deliciosa en tiempos de escasez o cuando se buscaba un pan más nutritivo sin depender exclusivamente del trigo. El uso de patatas cocidas como parte de la masa aporta humedad, sabor y una miga más tierna que la del pan blanco tradicional. Este tipo de pan era popular en casas rurales y en regiones agrícolas donde la patata era abundante.

    La receta descrita en la "Miscelánea Gastronómica" de 1831 propone una cocción lenta de las patatas, evitando que la piel caiga al agua. Luego se amasan con harina, levadura y sal, y se deja fermentar antes de hornear. El resultado es un pan de gran sabor y textura firme, ideal tanto para comer caliente como para tostar al día siguiente. En esta versión, las proporciones están adaptadas a cantidades domésticas para 4 personas.



Tiempo estimado: 2 horas (incluye fermentación)
Dificultad: Media

🍃 Ingredientes:

Ingrediente Cantidad
Patatas medianas500 g (unas 3 patatas)
Harina de trigo (fina o de fuerza)500 g
Sal fina1 cucharadita (5 g)
Levadura fresca de panadería10 g (o 3 g de seca)
Agua templadaaprox. 150–180 ml (ajustar según textura)

🧾 Instrucciones paso a paso:

  1. 1 Lava las patatas con piel y colócalas en una olla con agua fría. Cuece a fuego suave sin dejar que hiervan con fuerza, como se hacía en la cocina rural suspendiendo el caldero a media altura. Cuando estén tiernas al pincharlas, retíralas y pélalas con cuidado.
  2. 2 Tritura las patatas todavía calientes con un tenedor o pasapuré hasta que no queden grumos. Añade la harina tamizada, la sal y la levadura previamente disuelta en un poco de agua templada. Comienza a mezclar y amasa con las manos hasta formar una masa lisa y algo húmeda, pero manejable.
  3. 3 Coloca la masa en un bol ligeramente enharinado, cúbrela con un paño limpio y deja reposar en un rincón cálido de la cocina durante una hora, o hasta que notes que ha doblado su tamaño. Mientras tanto, precalienta el horno a 220 °C.
  4. 4 Amasa brevemente para desgasificar y da forma al pan: puedes hacer una hogaza rústica o dividir la masa en bollos más pequeños. Colócalos sobre una bandeja cubierta con papel de horno. Haz un corte superficial en la parte superior para que respire durante la cocción.
  5. 5 Hornea a media altura durante 30–40 minutos, hasta que el pan esté dorado y suene hueco al golpear suavemente la base. Deja enfriar sobre una rejilla y sirve templado o tostado al día siguiente, acompañado de mantequilla, mermelada o lo que tengas a mano.


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