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jueves, 24 de julio de 2025

Perdices estofadas 1918

Perdices estofadas

Perdices estofadas 1918

    Un plato de caza clásico de la cocina española de principios del siglo XX. Las perdices se cocinan lentamente con vino blanco, caldo y un surtido aromático de verduras y especias, para obtener un guiso sabroso y delicado, ideal para mesas de celebración o comidas otoñales.



Fuente: Revista Cocina Artística y Casera, Nº 11 (1918)



    Las perdices estofadas son una preparación clásica de la cocina de caza española, con hondas raíces rurales y nobles a la vez. Esta receta, recogida en 1918, representa un equilibrio entre rusticidad y refinamiento, con una cocción lenta que realza los aromas naturales del ave junto a verduras, especias y vino blanco.

    El uso de manteca de cerdo, típica de la época, así como el fondo de cocción enriquecido con caldo y vinagre, confieren al plato una complejidad de sabores tradicional. Las perdices se presentan trinchadas, bañadas con la propia salsa y acompañadas de las legumbres guisadas. Un plato ideal para estaciones frías o celebraciones, muy representativo de la gastronomía de caza de principios del siglo XX.

    En esta adaptación para 4 personas, se conservan todos los elementos esenciales y se ajustan cantidades a medidas actuales. Una receta ideal para amantes de la cocina histórica y los sabores profundos.



Tiempo estimado: 1 hora y 30 minutos
Dificultad: Media

🍃 Ingredientes:

Ingrediente Cantidad
Perdices limpias y bridadas2 unidades
Manteca de cerdo2 cucharadas
Cebollas2 medianas
Zanahorias2 unidades
Ajo (cabeza entera)1 unidad
Tomillo1 ramita
Laurel1 hoja
Clavos de olor2 unidades
Pimienta negra en grano6 granos
Vino blanco seco200 ml
Caldo de ave400 ml (aprox. 2 cacillos)
Vinagre de vino1 cucharadita
Salal gusto

🧾 Instrucciones paso a paso:

  1. 1 Coloca las perdices limpias y bridadas (atadas con hilo de cocina para que no se deformen) en una cacerola amplia con la manteca de cerdo bien caliente.
    Dóralas a fuego medio-alto por todos sus lados, girándolas con cuidado para sellar los jugos sin romperlas.
  2. 2 Incorpora las cebollas en gajos, las zanahorias en rodajas gruesas, la cabeza de ajo entera sin pelar, el tomillo, el laurel, los clavos y los granos de pimienta.
    Remueve y rehoga el conjunto unos 5 minutos, para que las verduras liberen su aroma y se integren con el fondo.
  3. 3 Vierte el vino blanco seco y deja reducir a fuego medio con la cacerola parcialmente tapada.
    Espera unos 10-15 minutos hasta que el líquido se evapore casi por completo, concentrando los sabores.
  4. 4 Añade el caldo de ave caliente y baja el fuego al mínimo. Cocina a fuego lento durante unos 45 minutos.
    Las perdices deben quedar muy tiernas y la salsa, bien reducida y sabrosa. Añade un poco más de caldo si es necesario durante la cocción.
  5. 5 Sazona con sal al gusto y unas gotas de vinagre de vino para equilibrar. Cuela la salsa si deseas un acabado más fino.
    Trincha las perdices y sírvelas en una fuente alargada, rodeadas por las verduras y bañadas con la salsa caliente.


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