Tarta de queso 1991

    Deliciosa tarta de requesón tradicional, elaborada con masa casera, vainillina y un toque de limón. Un postre suave y equilibrado, típico de la cocina doméstica de principios de los años 90 en España. Perfecta para quienes buscan una receta dulce sin resultar empalagosa. Rinde 12 porciones generosas y es ideal para celebraciones familiares o meriendas especiales.

Fuente: Revista TV Plus nº 227, 1991

   La tarta de queso con requesón fue uno de los dulces más populares en los hogares españoles de finales de los 80 y principios de los 90. Su textura ligera y su sabor equilibrado la convirtieron en una alternativa casera frente a las tartas de queso industriales o más densas como el cheesecake americano. Esta receta, publicada en la revista TVPlus en 1991, refleja fielmente los gustos de la época: ingredientes sencillos, técnicas tradicionales y una presentación familiar que invita a compartir. 

    Durante aquellos años, el requesón era un producto accesible y común en las despensas, muy valorado por su suavidad y bajo contenido graso. Combinado con huevos frescos, vainillina y ralladura de limón, da lugar a un relleno delicado, que no empalaga y mantiene un sabor fresco. Esta versión también incluye una base de masa hecha a mano, que requiere reposo y cocción previa. 

    Detalles como el uso de garbanzos para evitar que la masa suba o el espolvoreado final con azúcar glas son técnicas típicas de la repostería doméstica. Una receta perfecta para nostálgicos, ideal para meriendas de domingo, celebraciones familiares o como broche dulce a una comida especial. Además, es económica y rinde hasta doce porciones.

Tiempo estimado: 1 hora y media + enfriado
Dificultad: Media

🍃 Ingredientes:

🧾 Instrucciones paso a paso:

1. 1 Mezcla la harina con la yema, media taza de azúcar y la mantequilla cortada en dados. Amasa con las manos hasta que la masa se vuelva uniforme y sin grumos visibles.
2. 2 Envuelve la masa en un paño limpio o film y deja que repose en la nevera durante al menos una hora. Esto ayudará a que la base mantenga su forma al hornearse.
3. 3 Estira la masa con un rodillo y colócala sobre un molde engrasado. Pincha con un tenedor y cúbrela con garbanzos secos o papel de aluminio para evitar que suba. Hornéala a 180 ºC durante unos 20 minutos.
4. 4 Mientras, bate las yemas con el requesón, el azúcar restante, la ralladura de limón, la vainillina y la mantequilla derretida. Remueve bien hasta lograr una mezcla homogénea.
5. 5 Monta las claras a punto de nieve y añádelas suavemente al relleno de requesón con movimientos envolventes, para conservar el aire y ligereza de la mezcla.
6. 6 Vierte el relleno sobre la base ya cocida y vuelve a hornear a fuego suave (160–170 ºC) durante unos 50 minutos, o hasta que el centro esté cuajado y ligeramente dorado.
7. 7 Deja enfriar la tarta completamente antes de desmoldarla. Espolvorea con azúcar glas justo antes de servir para darle un toque final elegante y clásico.