Crema de legumbres 1963

    Una sopa espesa y reconfortante que combina hortalizas cocidas con yemas para aportar suavidad. Esta crema, recogida en la revista Triunfo, representa el tipo de cocina nutritiva y económica habitual en los hogares de la posguerra.

Fuente: Revista Triunfo, nº 33 (1963)

    La crema de legumbres que presentamos hoy es un ejemplo perfecto de cocina casera de los años 60 en España, elaborada con ingredientes sencillos, disponibles y muy nutritivos. Publicada en 1963 por la Revista Triunfo, esta receta responde al contexto de una cocina que apostaba por el aprovechamiento, el sabor y el valor nutricional.

    La combinación de patatas, zanahorias, habichuelas y cebolla cocidas a fuego lento genera un caldo sabroso y espeso que se enriquece con yemas, aportando una textura cremosa y envolvente. Esta crema era típica en almuerzos familiares, servida caliente, y podía complementarse con un chorrito de aceite o pan frito al momento de servir.

    Con un tiempo de preparación accesible y bajo coste, esta receta es ideal para redescubrir los sabores de la cocina tradicional, reconfortante y llena de historia.

Tiempo estimado: 45 minutos
Dificultad: Fácil

🌳 Ingredientes:

	Ingrediente	Cantidad
●	Aceite de oliva	4 cucharadas
●	Cebolla picada	1 unidad
●	Patatas en cubos	2 medianas
●	Zanahorias en dados	3 tazas
●	Habichuelas verdes picadas	1 taza
●	Agua	4 tazas
●	Pimienta	1 pizca
●	Yemas de huevo	2 unidades
●	Sal	al gusto

📟 Instrucciones paso a paso:

1. 1 Calienta el aceite en una cazuela amplia a fuego medio. Añade la cebolla finamente picada y sofríela lentamente, removiendo con frecuencia, hasta que se vuelva transparente y ligeramente dorada en los bordes. Este paso aportará sabor y base aromática al plato.
2. 2 Incorpora las patatas peladas y cortadas en trozos medianos, las zanahorias en rodajas y las habichuelas limpias y troceadas. Agrega también la pimienta y el agua suficiente para cubrir bien las verduras. Cubre la cazuela con su tapa y deja cocer a fuego lento durante unos 30 minutos, o hasta que todas las verduras estén bien tiernas y desprendan su aroma natural.
3. 3 Retira la cazuela del fuego y, sin dejar que la preparación se enfríe demasiado, incorpora las yemas ligeramente batidas en un bol aparte. Vierte las yemas lentamente sobre el guiso mientras remueves de forma constante para que se integren sin cuajarse bruscamente. Prueba y ajusta la sal si es necesario. Sirve bien caliente, dejando que la textura cremosa de las yemas realce el sabor de las verduras cocidas.