Pastillas de café con leche de Logroño 1950

    Estas deliciosas pastillas de café con leche son una especialidad tradicional de Logroño, popularizadas a mediados del siglo XX. 

    Elaboradas con leche, azúcar y un toque de café, tienen una textura suave y un sabor dulce e intenso. Perfectas para acompañar una merienda o como detalle artesanal.

Fuente: Confitería Española nº152, 1950

Las pastillas de café con leche de Logroño son un ejemplo perfecto de la repostería tradicional española de mediados del siglo XX. Se elaboraban especialmente en campañas navideñas y ferias locales, y su textura densa y su sabor dulce las hacían muy apreciadas por niños y adultos.

     La receta original destaca por su método de cocción cuidadoso: hervir la leche con azúcar hasta alcanzar un punto de jalea, incorporar glucosa, y finalmente perfumar con café. La receta exige paciencia y atención constante, reflejando las técnicas artesanales de la época, cuando la repostería era casi un arte de precisión. Hoy, esta fórmula histórica nos transporta a los aromas de las cocinas riojanas de los años 50.

Tiempo estimado: 1 hora
Dificultad: Media

🍃 Ingredientes:

🧾 Instrucciones paso a paso:

1. 1 Calienta la leche en un perol grande a fuego medio. Cuando empiece a hervir y subir, añade el azúcar en forma de lluvia, removiendo con una cuchara de madera para que se disuelva bien sin pegarse.
2. 2 Cocina a fuego constante, removiendo sin parar, hasta que la mezcla espese y al levantarla con la espátula caiga en forma de cinta densa y brillante. Este paso es clave para lograr la textura correcta.
3. 3 (Opcional) Incorpora la glucosa —aproximadamente el 30 % del peso del azúcar— y remueve bien para que se integre por completo, aportando elasticidad y suavidad a la masa final.
4. 4 Añade la infusión de café caliente poco a poco, removiendo con energía para repartir el sabor de forma homogénea. La mezcla debe quedar brillante y bien ligada.
5. 5 Vierte la preparación sobre una mesa de mármol ligeramente engrasada y extiéndela con espátula. Deja reposar unos minutos para que temple y adquiera cuerpo antes de cortarla.
6. 6 Cuando la masa esté casi fría pero aún maleable, corta en pequeños cuadraditos con un cuchillo ligeramente engrasado. Así evitarás que se pegue y lograrás cortes limpios.
7. 7 Deja enfriar completamente las pastillas antes de manipularlas. Al enfriar, endurecerán ligeramente, conservando su textura suave por dentro y firme por fuera.