Espiral de mandarinas 1963

    Esta vistosa tarta de bizcocho y crema de mantequilla, decorada con gajos de mandarina formando una espiral, fue publicada como “la tarta de la semana” en la revista ¡Hola! en los años 60. El sabor cítrico y suave del bizcocho es perfecto para celebraciones o meriendas especiales. Receta sencilla y elegante de la repostería doméstica española de la época.

Fuente: Revista ¡Hola! nº 968, 1963

Autor: Susan King

    La “Espiral de mandarinas” es una de esas tartas que remite a la elegancia sobria de las décadas pasadas. Aparecida en la sección de repostería de la revista ¡Hola! en 1963, esta receta combina el sabor delicado de un bizcocho esponjoso con una crema de mantequilla tradicional. La decoración en espiral con gajos de mandarina no solo aporta frescura, sino un efecto visual llamativo que destacaba en las mesas de celebraciones familiares.

    Durante los años 60 en España, el uso de frutas como naranjas y mandarinas en la repostería casera era muy común, especialmente en invierno. Las mandarinas, fáciles de pelar y con un sabor más dulce que las naranjas, eran un ingrediente muy valorado por amas de casa y reposteras.

    La receta utiliza moldes de bizcocho individuales de 12 cm, lo cual refleja la tendencia de porciones individuales más manejables. La mantequilla se emplea tanto en la masa como en la crema, lo que ofrece una textura suave y rica. El azúcar glass en la cobertura le da un brillo delicado, perfecto para la presentación. Esta tarta encarna la cocina de revista de los años 60: accesible, vistosa y con un toque de sofisticación.

Tiempo estimado: 60 minutos
Dificultad: Media

🍃 Ingredientes:

	Ingrediente	Cantidad
●	Mandarinas	3 unidades
●	Mantequilla	200 g
●	Azúcar	150 g
●	Huevos	2 unidades
●	Harina con levadura Royal	125 g
●	Azúcar glass	100 g

🧾 Instrucciones paso a paso:

1. 1 Precalienta el horno a temperatura moderada (alrededor de 180 °C) unos minutos antes de comenzar. Engrasa dos moldes de bizcocho de 12 cm de diámetro y espolvorea ligeramente con harina para evitar que la masa se adhiera durante la cocción. Este paso asegura un desmoldado limpio y sencillo.
2. 2 Bate 150 g de mantequilla a temperatura ambiente junto con el azúcar hasta obtener una mezcla clara, esponjosa y cremosa. Añade los huevos de uno en uno, batiendo bien después de cada adición para lograr una textura uniforme y aireada.
3. 3 Incorpora la harina previamente cernida para evitar grumos y obtener una miga ligera. Mezcla suavemente hasta integrar, reparte la masa en partes iguales entre los dos moldes y lleva al centro del horno durante 25–27 minutos, o hasta que un palillo salga limpio.
4. 4 Retira los moldes del horno y deja reposar los bizcochos dentro durante 5 minutos para que se asienten. Desmóldalos con cuidado y colócalos sobre una rejilla, permitiendo que se enfríen completamente antes de continuar con el montaje.
5. 5 Para la cobertura, bate el resto de la mantequilla hasta que esté cremosa y suave. Añade poco a poco el azúcar glas y continúa batiendo hasta obtener una crema ligera, uniforme y fácil de untar.
6. 6 Extiende la mitad de la crema sobre uno de los bizcochos enfriados, nivelando bien con una espátula o cuchillo de repostería. Coloca el segundo bizcocho encima y cubre la parte superior con la crema restante para un acabado parejo y vistoso.
7. 7 Decora con los gajos de mandarina, disponiéndolos en espiral desde el centro hacia los bordes para lograr una presentación llamativa y elegante, como en la imagen original. Sirve a temperatura ambiente o ligeramente fresco.