Mousse de chocolate y avellanas 1981
Un postre frío, cremoso y muy sabroso, típico de la repostería doméstica de los años 80. Esta mousse combina chocolate extrafino Nestlé, leche condensada La Lechera, Nescafé y un toque de coñac.
Su textura aireada y el contraste con las avellanas tostadas la convierten en una delicia nostálgica. Ideal como postre de domingo o en celebraciones familiares. Fácil de preparar y perfecta para servir bien fría.
Fuente: Revista Pronto nº 459, 1981. Publicidad La lechera.
La mousse de chocolate y avellanas que se popularizó en la España de los años 80 es un reflejo del cambio de tendencias en la repostería casera. Con productos accesibles en supermercados como la leche condensada La Lechera, el chocolate Nestlé y el Nescafé instantáneo, esta receta representa el auge de la cocina rápida pero sabrosa. La introducción de ingredientes industriales permitió una nueva ola de recetas sencillas, con resultados muy llamativos, que triunfaban en las páginas centrales de revistas como Pronto o Lecturas.
Esta mousse no requiere horno ni técnicas complicadas, lo que la hacía ideal para las amas de casa modernas de la época. El toque de coñac, junto con las avellanas tostadas, la sitúan a medio camino entre lo cotidiano y lo festivo. El contraste entre el dulzor de la leche condensada y el amargor suave del café instantáneo le aporta profundidad de sabor. Además, la presentación en copas individuales, con avellanas espolvoreadas por encima, refleja el gusto ochentero por lo visual y lo práctico.
Una receta que evoca sobremesas familiares, reuniones de fin de semana y el olor del chocolate fundiéndose al baño maría en cocinas llenas de vida. Esta mousse es una joya retro que sigue conquistando paladares por su equilibrio perfecto entre sencillez, sabor y textura.
Tiempo estimado: 20 minutos + enfriado
Dificultad: Fácil
🍃 Ingredientes:
| Ingrediente | Cantidad | |
|---|---|---|
| ● | Leche condensada | 1 bote pequeño (370 g) |
| ● | Chocolate extrafino Nestlé | 1 tableta (150 g) |
| ● | Nescafé | 2 cucharaditas |
| ● | Huevos | 2 unidades |
| ● | Avellanas tostadas | 100 g |
| ● | Mantequilla | 100 g |
| ● | Coñac | 1 cucharadita |
🧾 Instrucciones paso a paso:
- 1 Derrite el chocolate junto con la mantequilla al baño maría, removiendo suavemente para que ambos se integren sin que el chocolate se queme. Obtendrás una mezcla lisa, brillante y muy aromática que servirá como base de la mousse.
- 2 Retira la mezcla del fuego y, aún templada, añade las yemas de huevo, el Nescafé y la leche condensada. Remueve con energía hasta que todos los ingredientes se integren en una crema densa, homogénea y sin grumos.
- 3 Incorpora el coñac y la mitad de las avellanas tostadas picadas. Este paso aportará profundidad de sabor y una textura crujiente que contrastará con la suavidad de la mousse.
- 4 Monta las claras a punto de nieve hasta que estén firmes y brillantes. Incorpóralas a la mezcla de chocolate poco a poco, con movimientos envolventes, para conservar el aire y conseguir una textura ligera y esponjosa.
- 5 Reparte la mousse en copas o cuencos individuales y espolvorea por encima el resto de las avellanas tostadas. Este toque final añade textura, aroma y una presentación más atractiva.
- 6 Deja enfriar en el refrigerador durante al menos 4 horas. Este reposo permite que la mousse adquiera firmeza, intensifique su sabor a chocolate y logre la textura cremosa y aireada característica.
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