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sábado, 13 de diciembre de 2025

Ponche Cataplasma 1917

Ponche Cataplasma

Ponche Cataplasma 1917

    Bebida cálida y aromática, típica de salones de té y sobremesas elegantes de principios del siglo XX. Se elabora con miel, huevo batido, vino dulce y licor de Curazao, perfumado con canela. Servido en pequeños vasos, es un ejemplo refinado de ponche de época Belle Époque–Art Déco.


Fuente: Revista "Cocina Artística y Casera", Nº 10 (1917)

Autor: Teodoro Bardají


    El Ponche Cataplasma es una bebida de corte elegante que representa a la perfección el refinamiento de los salones y cafés de la década de 1910. Su preparación, sencilla pero exquisita, combina el dulzor de la miel con la calidez del vino dulce y el licor de Curazao, rematada con el perfume de la canela. Esta bebida se servía en pequeños vasos de cristal fino, idealmente caliente, para acompañar la conversación y las veladas nocturnas.

    En las primeras décadas del siglo XX, los ponches eran muy populares en España y Francia, y solían asociarse con celebraciones, cafés de tertulia o sobremesas festivas. A menudo, se preparaban con productos de despensa comunes —huevo, azúcar, vino dulce— pero se aromatizaban con un toque de licor o especias que elevaba su carácter.

El nombre “Cataplasma” responde probablemente a su textura ligeramente cremosa y densa, lograda gracias a la emulsión de la miel con el huevo y el calor suave del vino. Hoy en día puede servirse como una bebida caliente reconfortante, especialmente en días fríos.

Tiempo estimado: 10 minutos
Dificultad: Fácil

🍃 Ingredientes:

Ingrediente Cantidad
Miel1 cucharada sopera
Huevo1 unidad (batido)
Vino dulce (tipo Ambría o similar)100 ml
Licor de Curazao100 ml
Canela en rama1 trocito pequeño

🧾 Instrucciones paso a paso:

  1. 1 Coloca en un cazo pequeño la miel junto con el huevo previamente batido. Remueve con una cuchara de madera o varilla fina hasta que ambos ingredientes formen una emulsión uniforme. La mezcla debe resultar lisa, ligeramente espesa y de color marfil, sin restos visibles de huevo. Este paso es fundamental para obtener la textura cremosa característica del ponche.
  2. 2 Agrega el vino dulce y el licor de Curazao, vertiéndolos poco a poco para evitar que la mezcla pierda homogeneidad. Incorpora también la ramita de canela, que aportará un perfume cálido y elegante. Lleva el cazo al fuego muy suave y calienta sin dejar que llegue a hervir, removiendo de manera constante. El objetivo es espesar ligeramente el ponche y cocinar el huevo de forma suave, evitando que cuaje. La textura final debe ser aterciopelada y fluida.
  3. 3 Retira del fuego y pasa la mezcla por un colador fino para eliminar la canela y cualquier impureza, obteniendo así un ponche suave y sedoso. Vierte inmediatamente en vasitos pequeños de cristal fino o porcelana, preferiblemente precalentados, para conservar el calor. Sirve en el momento, caliente, y si deseas un toque final aromático, espolvorea una pizca de canela molida sobre la superficie.


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