Rollitos de la abuela 1998
Estos dulces caseros, conocidos como “rollitos de la abuela”, son una receta tradicional que evoca los sabores sencillos y auténticos de la repostería española de siempre. Elaborados con harina, huevo, aceite, leche y un toque de ralladura de limón, se fríen hasta dorar y se espolvorean con azúcar, resultando irresistiblemente crujientes por fuera y tiernos por dentro. Una receta muy popular en los hogares de los años 90, perfecta para acompañar el café o la merienda.
Fuente: Revista Semana N.º 3046, 1998
Autor: Pilar Torreblanca
Los rollitos de la abuela son un clásico de la repostería casera española, especialmente presentes en regiones mediterráneas y del sur. Esta receta de Pilar Torreblanca, presentada en el concurso televisivo “Un menú de 7 estrellas”, rescata el encanto de los dulces fritos de siempre, elaborados con ingredientes básicos y económicos.
Su aroma a limón y su textura ligera los convierten en una delicia tradicional que se transmitía de generación en generación. Durante los años 90, este tipo de dulces seguía siendo protagonista en las cocinas domésticas, donde la repostería casera aún conservaba su papel esencial en reuniones familiares y meriendas dominicales.
La masa se elabora con harina, aceite de oliva, leche y azúcar, logrando una consistencia maleable que se moldea fácilmente con las manos. Una vez fritos, se escurren sobre papel absorbente y se espolvorean generosamente con azúcar, creando una capa dulce que contrasta con su interior tierno. Son perfectos para conservar varios días y acompañar un buen café o una taza de chocolate caliente.
Tiempo estimado: 40 minutos
Dificultad: Fácil
🍃 Ingredientes:
| Ingrediente | Cantidad | |
|---|---|---|
| ● | Harina | 300 g |
| ● | Huevo | 1 unidad |
| ● | Aceite de oliva | 4 cucharadas (más para freír) |
| ● | Leche | 4 cucharadas |
| ● | Azúcar | 6 cucharadas (más para espolvorear) |
| ● | Levadura en polvo | 1/2 sobre (unos 8 g) |
| ● | Ralladura de limón | de 1 limón |
- 1 Coloca la harina en un cuenco amplio e incorpora el huevo, el aceite, la leche, el azúcar, la levadura y la ralladura de limón. Amasa con calma, primero con una cuchara y después con las manos, hasta que la mezcla se una por completo. Debe quedar una masa suave, maleable y ligeramente elástica que no se pegue a los dedos.
- 2 Toma pequeñas porciones de masa y ve estirándolas suavemente con las manos sobre la encimera hasta formar tiras finas y regulares. Une los extremos para crear rollitos o roscas, procurando que todas queden del mismo tamaño para que se frían de manera uniforme. Si la masa estuviera muy blanda, deja reposar 5 minutos antes de moldear.
- 3 Calienta abundante aceite en una sartén honda y fríe los rollitos en tandas pequeñas para que doren por igual. Gíralos varias veces hasta obtener un color dorado uniforme y una textura crujiente. Retíralos sobre papel absorbente y, mientras aún están templados, espolvoréalos con azúcar para que se adhiera y forme una capa fina y brillante.
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